Del 5 al 10 del pasado mes de Julio, la
Asociación Apostólica "Reina de los Ángeles" ha celebrado su
campamento de niños. Han asistido niños de Alcolea, Carrión, Ciudad
Real, Daimiel, Llanos del Caudillo, Infantes, Piedralá, Los Quiles y Valdehierro
Ambientado en las tribus Maorís
(indígenas de Nueva Zelanda) y bajo el lema "Toot eres Guai y puedes
kambiar el moondho", se ha tratado de descubrir:
1. Los valores, cualidades, aptitudes… que cada uno tenemos y que nos
ofrecen muchas posibilidades. Este día el objetivo era vivir sabiendo
"¡qué güenos somos!"
2. No todos tenemos los mismos valores, capacidades, actitudes o comportamientos, y no por eso somos unos mejores que otros. Eso no nos puede llevar a juzgar y condenar a los demás porque no son, no tienen, o no piensan, … igual que yo.
3. La variedad y la diversidad que descubrimos en el grupo, en la comunidad, en la sociedad es una riqueza grande que nos da muchas más posibilidades para crecer, para mejorar. El lema del día era ver que "La diferencia suma"
4. Tenemos la libertad y también la responsabilidad de poner a trabajar nuestros talentos, de hacerlos crecer, ponerlos al servicio de los demás; descubrir y potenciar otros nuevos.
Al final del campamento celebramos, junto con los padres, hermanos y abuelos, primero la Eucaristía, luego una cena compartida, una proyección de fotografías que mostró algunos de los momentos vividos y un baile con el que se terminó de alegrar la velada.
2. No todos tenemos los mismos valores, capacidades, actitudes o comportamientos, y no por eso somos unos mejores que otros. Eso no nos puede llevar a juzgar y condenar a los demás porque no son, no tienen, o no piensan, … igual que yo.
3. La variedad y la diversidad que descubrimos en el grupo, en la comunidad, en la sociedad es una riqueza grande que nos da muchas más posibilidades para crecer, para mejorar. El lema del día era ver que "La diferencia suma"
4. Tenemos la libertad y también la responsabilidad de poner a trabajar nuestros talentos, de hacerlos crecer, ponerlos al servicio de los demás; descubrir y potenciar otros nuevos.
Al final del campamento celebramos, junto con los padres, hermanos y abuelos, primero la Eucaristía, luego una cena compartida, una proyección de fotografías que mostró algunos de los momentos vividos y un baile con el que se terminó de alegrar la velada.